Traducción del Prefacio del libro «Catholic Homeschooling»

De excursión en un museo de ciencias

De excursión en un museo de ciencias

¡Por favor lee este prefacio! !Me parece que es un excelente resúmen de lo que es el homeschooling católico! Sobre todo si estás empezando, estoy segura de que te ayudará a tener más claro el porqué tiene sentido educar en casa. ¡Dime qué te parece!

Gracias Guetty por tu participación voluntaria en la traducción de este prefacio del libro Catholic Homeschooling de la Dra Mary K Clark.

 

Prefacio[1]

Por Thomas A. Nelson

Traducción de Guetty Colin

Edición de Xhonané Olivas

 “¿Tiene sentido académico el homeschooling?” Y, si lo tiene, “¿Puedo hacerlo?” Sin duda, estas dos preguntas predominan en la mente de muchos papás que están considerando el homeschooling. La doctora Mary Kay Clark ha escrito “Homeschooling Católico” en gran parte para contestar estas dos preguntas extremadamente importantes, pero también, por supuesto, para dar razones espirituales del homeschooling.

El propósito de este prefacio es agregar un signo de exclamación a lo que la doctora Clark dice en su libro y para responder un rotundo “¡Sí!” a ambas preguntas.

Primero que nada, ¿por qué tiene sentido académicamente? Como profesor jubilado con maestría en educación, que enseñó 6° grado dos veces, una vez en escuela católica y otra en escuela pública, primero y segundo de secundaria dos veces en escuelas católicas y públicas, inglés en escuelas públicas por dos años, y filosofía para universidades por dos años; como alguien que ha visto profesores buenos, malos y mediocres; que ha visto cosas buenas y malas hechas en nombre de la educación; que ha disfrutado un notable éxito como fruto del trabajo duro y planeación inteligente; que ha visto cada error en el libro cometido por maestros con certificación estatal que se han salido con la suya: que ha tenido que poner al corriente a alumnos que durante años han avanzado con una educación de baja calidad; con estas credenciales, creo que puedo decir, con un cierto nivel de autoridad,  que el homeschooling tiene un excelente sentido académico y estas son las ocho razones principales:

  1. No desperdicias el tiempo del estudiante. En una secundaria o preparatoria, cada día, alrededor de una hora 40 minutos, se emplean para a) el salón principal, b) trasladarse entre clases y c) prepararse para dejar el salón y acomodarse en el nuevo salón. Adicionalmente, entre 30 y 60 minutos  aproximadamente, se utilizan para ir y venir de la casa a la escuela y viceversa. Estas cantidades son más de dos horas desperdiciadas durante el día, sin mencionar el tiempo del salón que es malgastado, desperdiciado por un profesor mal preparado o sin preparación y/o el tiempo de espera para estudiantes mal preparados que fallan al responder o que el profesor tiene que lidiar con ellos.
  1. No vuelves a enseñar a un estudiante lo que ya sabe. Puesto que la mamá-profesora inmediatamente sabe lo que ha sido cubierto en los días, semanas, meses y años anteriores, no tiene que regresar a cubrir un material nuevamente, simplemente puede hacer un repaso general. Es académicamente evidente que entre más grande es la escuela, menos se enseña. Durante los años sesentas, una de las últimas escuelas en Estados Unidos, en las que todos los grados se enseñaban en un solo salón, cerró. Estaba en Tennessee. Casi todos los alumnos que asistieron a esta escuela durante 8 años, ganaron una beca nacional al mérito estudiantil después de la preparatoria. La razón es simple: la escuela tenía un excelente profesor que conocía a todos los niños y no les volvía a enseñar lo que ya sabían, al contrario, los mantenía en constante crecimiento. Más o menos al mismo tiempo, en las escuelas de Finlandia se hizo un estudio que mostró que a los niños que venían del interior del territorio del norte, donde las escuelas usualmente tenían dos maestros, uno para los primeros 4 años de escuela y el otro para los siguientes cuatro años, les iba mucho mejor académicamente que a los niños que venían de poblados más grandes o ciudades, donde había un maestro diferente para cada ciclo escolar. La conclusión a la que llegaron quienes realizaron este estudio fue que los maestros en estas pequeñas escuelas conocían a sus alumnos bien y no les volvían a enseñar lo que ya habían aprendido.
  1. Le puedes dar a tus hijos una atención más individualizada. Aunque seas mamá de una familia numerosa, puedes dar más atención más rápidamente y de manera individualizada a cada uno de tus hijos que una maestra en un salón con 25 o 30 alumnos. No tienes que pasar lista, ni perder el tiempo con niños desobedientes o maleducados o atender asuntos administrativos. Puedes ponerte a trabajar inmediatamente y tus hijos no tienen que esperar a que les ayuden.
  1. Puedes ajustar la velocidad de trabajo al ritmo que tus hijos puedan manejar y que les mantenga el interés. Una de las principales razones del fracaso escolar, o de la imposibilidad de éxito a la que se enfrentan los estudiantes en las escuelas, es el ritmo lento de trabajo de la clase.
  1. Tú puedes y DEBERÍAS eliminar la opción al fracaso. En mi opinión,no adoptar este simple principio académico es la razón por la que las escuelas públicas no tienen éxito académico con todos sus estudiantes. Después de todo, lo opuesto al fracaso es el éxito. Si los profesores de las escuelas públicas, junto con los administradores, no hicieran promesas fallidas a ningún niño e hicieran todo por garantizar el éxito de cada niño, entonces cada niño estaría encaminado hacia el éxito, académicamente hablando, incluso en las escuelas públicas. A pesar de la falta de apoyo de los administrativos, siempre pude alcanzar este objetivo, tanto en escuelas públicas como en católicas. La idea no es difícil. Aplicarla sí lo es. Significa trabajo, mucho trabajo. Mucho del cual se hace fuera de las horas de escuela. El transporte escolar se va, los niños deben estar en él, al menos eso creemos, los maestros se sacuden los hombro y modifican su conciencia diciendo “Si los papás no se interesan, ¿qué puedo hacer?”. Entonces cobran los salarios que no se han ganado y dejan que la siguiente generación se deslice por sus dedos sin preparación para la vida. Entonces, el país tiene otra generación de cabezas vacías que cuando terminan la preparatoria tratan de iniciar algo productivo en el aspecto laboral. O se van a la universidad a aprender cosas que debieron saber desde primaria, secundaria y preparatoria.
  1. Puedes tener consecuencias automáticas al incumplimiento. Esta razón es una extensión de la mencionada anteriormente, pero por su importancia, la veremos en este punto. Tener un sistema de consecuencias automáticas por incumplimiento en cuanto a a) tiempo, b) trabajo terminado, c) trabajo bien hecho y d) trabajo bien ejecutado (en orden, con limpieza, bien escrito y con buena gramática y ortografía) asegura el éxito académico. Todos estamos sujetos al pecado original, por lo tanto, tendemos a no querer hacer lo que debemos hacer, especialmente si implica trabajo duro o difícil. Para inculcar el espíritu de virtud en tus hijos, por tanto, es imperativo que siempre sostengas la “vara” de las consecuencias por incumplimiento. Si tus hijos saben que ellos automáticamente recibirán trabajo extra en las áreas que fueron débiles, MÁS la asignación de un pequeño ensayo, ahora bien ejecutado, sobre por qué ellos deben tener su trabajo terminado de manera apropiada a tiempo cada vez que incumplan una asignación, créeme, ¡ellos empezarán a cumplir! Puede que, a esta rutina, tome una semana o dos para romper los malos hábitos, pero la carga de trabajo extra, además de no disponer de mucho tiempo libre, eventualmente les mandará el mensaje que el camino al fracaso está cerrado. Dentro de poco, tú podrás canalizar a estudiantes reacios al camino del logro, lo cual constituye una experiencia placentera y, él o ella, ahora tendrá iniciativa propia y esa batalla se habrá ganado.
  1.      Puedes enfatizar la lectura. Noventa por ciento de lo académico depende de la lectura. Normalmente, yo solicitaba un libro a la semana, adicional al trabajo normal de la clase de inglés. Había llantos y quejas las primeras dos semanas, más o menos, pero, como permitía a los alumnos leer lo que a ellos les gustara mientras fuera un libro apropiado, la idea era fácil de vender. Los reportes también eran fáciles. Se hacían en tarjetas de 8 x  15 cm, que se les repartían al final de cada mes. Ocasionalmente, los reportes eran expuestos oralmente a los compañeros de la clase y, aproximadamente, una vez al mes, el reporte del libro era el tema del ensayo semanal. Les daba puntos extra por cada libro adicional leído. Los estudiantes promedio pueden fácilmente leer más de un libro a la semana, sin descuidar sus demás labores. Los resultados de esta práctica son increíbles: aumenta el vocabulario, la lectura y comprensión, el interés en la escuela, la habilidad para redactar enunciados, la habilidad psicosomática para la leer más rápido cada vez con mayor comprensión, aumenta el conocimiento adquirido, la ortografía, el interés en toda clase de cosas, la confianza en que pueden tener importantes logros académicos y, muy probablemente, la habilidad para descubrir cuál es su área de interés que los guiará a escoger la carrera que los ayude a lograr ese objetivo. Si implementas el programa de lectura de un libro semanal, puedes lograr asombrosos resultados con tus hijos, incluso si eres el peor maestro sobre la faz de la tierra, tus hijos aprenderán más rápidamente lo que sea que ellos hubieran podido aprender en la escuela tradicional. Haz este sencillo programa de lectura la “red de seguridad académica” de tu homeschooling y simplemente, ¡no podrás fallar!
  2.      El homeschooling elimina las necedades y disparates aprendidos de los compañeros. En lugar de que tus hijos se moldeen e imiten a cualquier niño mentecato popular, ellos se moldearán a tú manera, como lo hicieron desde la infancia, y su conducta seguirá formándose teniendo como modelo a seguir a un adulto. El resultado es que tendrás hijos que actúan como adultos, especialmente si les hablas de manera inteligente sobre temas inteligentes y esperas respuestas inteligentes de su parte.

Otras razones pueden ser enlistadas, y Mary Kay Clark lo hace, pero estas ocho razones deberían ser suficientes para convencerte de que el homeschooling es un concepto académicamente sólido. Ahora abordemos la segunda pregunta importante, ¿Lo puedo hacer?

¿Por qué no? Eres una persona de, por lo menos, una inteligencia razonable y, ciertamente, una persona con un sentido común poco común, si has hecho el esfuerzo de empezar a leer este libro. Sólo esto muestra que te das cuenta de que algo está mal con la educación hoy en día y que te gustaría hacer algo al respecto para bien de tus hijos.

Déjame asegurarte, como profesor jubilado que enseñó en seis situaciones diferentes (incluyendo primaria, secundaria, preparatoria y universidad), los maestros son seres humanos justo como tú y yo. Los hay buenos, los hay malos, los hay bien educados y mal educados, eficientes e ineficientes, activos y flojos, con cualquier característica que te imagines los puedes encontrar. El simple hecho de mantener a tus hijos alejados de la mala influencia de malos maestros es un importante valor agregado.

Probablemente lo que más te inquieta es la pregunta persistente: ¿Puedo enseñar?, ¿Puedo realmente hacerlo? Vuelvo a responder, ¿Por qué no? Miles de incompetentes están enseñando en las escuelas, ¿crees que lo harás peor? Las monjas de antaño que diseñaron el sistema educativo católico, el modelo y maravilla de nuestro país, tenían básicamente hasta la educación de preparatoria. Es cierto que su disciplina les ayudó a diseñar instrucciones de cómo enseñar, pero puedes obtener esa clase en información en libros y de otras familias que lleven homeschooling. Además, el material de trabajo de los proveedores de cursos de homeschooling, incluso los libros de texto, te lleva de la mano a lo largo del proceso. La enseñanza consiste, gran parte, en empezar a hacerlo.

Al enseñar a tus hijos en casa, nadie te pide que hagas algo sumamente difícil. Yo aprendí a enseñar bajo circunstancias sumamente adversas, sin ninguna instrucción formal, sobre la marcha y con la guía de un compañero maestro de 6° grado. Tú puedes apoyarte y pedir ayuda a otras familias que lleven homeschooling, justo como este profesor me ayudó a mí.

Un famoso proverbio del escritor romano Tacitus dice: Omne ignotum, pro magnifico est, lo cual se traduce como “Todo lo desconocido se considera maravilloso”. Si en este momento sientes aprensión hacia el homeschooling, tienes el típico síndrome de considerar como maravilloso todo lo desconocido. Afrontémoslo, una vez que lo haces, ya no será desconocido, y tu miedo a enseñar a tus hijos en casa desaparecerá. Todo lo que tienes que hacer es empezar a hacerlo. Si algo se sale de tus manos en algún área, llama a otra familia que lleve el homeschooling que te pueda orientar o ayudar a resolver tu problema. Y, por supuesto, la Dra Clark resuelve gran parte de los problemas en este magnífico libro.

Si, de alguna manera, me puedo unir a la voz de la Dra Clark, déjame decirte que no necesitas tener un título para llegar a ser un excelente maestro, pero  sí tienes que trabajar en ello. No requieres de una inteligencia extraordinaria para enseñar a tus hijos, lo que necesitas es querer tener éxito. No necesitas cursos caros de cómo enseñar para saber enseñar, pero sirve preguntar a otros maestros (tradicionales o homeschoolers) sobre consejos en puntos específicos. En resumen, lo que me gustaría decirles a ustedes mamás y papás es “¡Ustedes PUEDEN hacerlo!” Incluso si su educación llega a nivel preparatoria o menos, de todas maneras “¡Ustedes PUEDEN hacerlo!”.

Un principio básico existe en la educación: el maestro siempre aprende más que los alumnos. Vas a aprender lo que le enseñes a tus hijos, y lo harás mejor que ellos. Eso te llevará a ser una mejor versión de ti mismo. También te dará muchas cosas en común con tus hijos y hará de tu hogar una pequeña universidad del conocimiento humano. En lugar de eludir el papel/rol de maestro de tu hogar, acógelo como una maravillosa experiencia de aprendizaje. El homeschooling no sólo puede tener éxito en tu familia, sino que es, además, mucho mejor opción que cualquier otra alternativa. Entonces, ¿qué estás esperando?

En tu oración pide guía, especialmente ponlo en manos de Nuestra Señora del Buen Consejo a través del Santo Rosario, lee este libro, habla con quienes están llevando el homeschooling y después, toma la decisión con confianza.

 

[1]Traducción realizada por Guetty R. Colin.  guetty.colin@gmail.com . Edición por Xhonané Olivas xolivas@familiacatolica.org Enero 2014. Todas las notas a pie de página han sido agregadas para esta edición.

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