En este paso, trataré de abarcar no sólo las fechas litúrgicas, sino lo que se relaciona con el año escolar, en particular el calendario académico y los horarios semanales.
Con los años he aprendido que si algo no está en el calendario, y más aún , en mi agenda diaria, ¡no sucede! Esto lo he comprobado una y otra vez, por eso ahora hago todo lo posible por llevar mi calendario conmigo a todas partes… uno nunca sabe cuándo se presenta un compromiso o una oportunidad de ir a algún lado. Este es definitivamente un buen hábito a tener.
¿Qué hago con el calendario?
- Cada mes veo qué fiestas o solemnidades se celebran y marco aquellas que sé puedo celebrar con mi familia. Esto me ayuda a planear y a asegurarme de que tengo lo necesario para ese día. Sin embargo, no siempre celebro cada año las mismas fiestas porque a veces estamos de viaje o tenemos actividades que no nos lo permite. En el blog de Familia Católica, puedes ver, mes a mes, muchas de las ideas que he compartido para celebrar el año litúrgico, por si te es de utilidad.
- Anoto todo lo relacionado con nuestra parroquia: las misas en las que tenemos que servir, hora santa, confesión, actividades, retiros, conferencias, etc.
- Anoto todo lo relacionado con lo académico: reuniones de grupo de apoyo, excursiones, clases extracurriculares (música, deportes, clubs, etc), reuniones con nuestra evaluadora, ferias de ciencias, vacaciones, etc…
- Anoto los compromisos con otras personas: invitaciones a comer, cumpleaños, celebraciones informales, días de campo, etc.
- Por último, también anoto posibles compromisos y les pongo un signo de interrogación, para saber que están pendientes de confirmar.
¿Por qué es útil hacer esto?
Te cuento que he usando agenda desde que era soltera y he visto lo útil que es, sin embargo, también he tenido años en los que he dependido sólo de mi memoria… y ¡ha sido desastroso! Muchas, pero muchas veces quedé mal, agendé dos cosas al mismo tiempo, se me olvidaron cosas, etc, etc, etc. Esta situación me hizo sentir terrible y me quitó la paz. Una y otra vez he tenido que recordarme a mí misma que NO debo depender de mi memoria. Por eso he hecho una prioridad anotar todo, absolutamente TODO en mi calendario, y cargar con él a todos lados.
También me ha ayudado a discernir qué cosas agendar. Yo tiendo a emocionarme con muchas cosas y quisiera llevar a mis hijos a todas las actividades educativas que me encuentro, pero cuando veo el calendario como un todo, me he ayudado a reconocer que no siempre es posible. ¡Hay que valorar nuestras fuerzas y nuestros recursos! Si lleno el calendario con muchas actividades lo que va a pasar es que voy a acabar exhausta y me voy a desanimar porque no voy a poder cumplir con mis expectativas.
Tener un calendario, te da un sentido de orden y control sobre tu tiempo. Dios es un Dios de orden, él quiere que nosotros también tengamos orden en nuestra vida y que seamos buenos administradores de nuestro tiempo. Si no tienes esta costumbre, te invito a que pruebes y veas la diferencia. ¡La paz que se siente es maravillosa!
Calendario académico
Te recomiendo también que tengas un calendario general en donde marques cuándo empiezas y terminas el año, cuándo tendrás clases y cuándo vacaciones. Este te va ayudar a asegurarte de que cumples con los requisitos de tu Secretaría de Educación. En mi caso, yo debo cumplir con 180 días de clases (casi siempre hacemos más, porque también cuento las excursiones y paseos educativos que tenemos en el verano). Además, te ayuda a asegurarte de que tienes suficiente tiempo para avanzar lo más que se pueda en ese año.
Normalmente tratamos de tener vacaciones alrededor de Navidad y Semana Santa para poder enfocarnos a esos días santos y como trato tener dos semanas en cada uno, no nos da tiempo de tener puentes. Esa es mi preferencia, pero claro, cada familia decide lo que es mejor para su ella. Eso es lo bueno del homeschooling, que tenemos libertad de cuándo tener nuestras clases y qué tipo de clases también, no estamos forzados a estar en un salón.
Algunas ideas para calendarios católicos académicos en tu homeschooling:
Agenda semanal
Otra cosa que te quería comentar en esta sección es sobre la agenda semanal. Varias veces me han preguntado si es necesario llevar un horario en el homeschooling. Esta es una excelente pregunta y honestamente, no me atrevo a dar un consejo en particular porque depende del método de enseñanza que utilices, del currículo y de la preferencia de tu familia. Lo que te puedo decir es que, por mi personalidad, a mí me ayuda muchísimo tener cierto tipo de horario (he probado varias versiones a lo largo de los años).
¿Cómo saber si necesitas un horario? Lo que he visto es que mucho es a prueba y error, es decir, simplemente empieza de la manera que creas más conveniente (ya sea con horario o sin horario) y ve cómo se van dando las cosas. El fruto debe ser ¡la paz! Algunos años he tenido horarios muy rígidos, luego me relajo, luego he vuelto al horario y total que lo voy cambiando según lo necesito. Pero la verdad es que, cuando tengo un horario, todos en casa somos más productivos. No sé si sean los genes o qué, pero lo he comprobado muuuchas veces, si mis hijos no tienen algún tipo de horario o un tipo de guía,pierden el tiempo muy fácilmente y yo siento que no hemos hecho nada.
Algunas ideas que te pueden servir para esto:
- Planeador del día usando tarjetas
- Sistema de cajas para niños pequeños
- Cómo enseñarles a los hijos sobre las prioridades
- Archivo calendario escuela semanal (en la siguiente foto puedes ver cómo queda, cortesía de Paty Martínez):
También he usado horarios impresos que hago y que le doy a cada hijo con lo que tienen que hacer. Cabe aclarar que los horarios no son ley, hay que ser flexible, pues habrá días de excursión, de grupos de apoyo, de enfermedades, de necesidades familiares, etc.
Por mucho años, yo tuve la meta de terminar todos los libros y todos los materiales que compraba para mis hijos, y básicamente el año terminaba cuando eso sucedía. Recientemente, he evaluado esa «política personal» y con la ayuda de mi evaluadora, he llegado a la conclusión de que no es necesario. ¿Por qué? Porque en muchas ocasiones nos sentimos abrumados queriendo terminar absolutamente todo. No sé si sean los «años acumulados» jejeje o qué, pero he empezado a ver las cosas diferente. En mi estado (Pennsylvania), de hecho, sólo tengo la obligación de reportar por lo menos el 75% de los objetivos, y eso es lo que muchas escuelas hacen. El año pasado fue el primer año que hice esto, y aunque me costó trabajo, creo que fue lo mejor. El resultado fue que mis hijos terminaron contentos y sin la presión de terminar todo. Necesitamos darnos un colchón en el alcance de nuestros objetivos, la realidad es que vamos a tener días en los que no vamos a poder hacer nada o simplemente no vamos a avanzar como queremos.
Bueno, esto es todo por ahora, espero que te sea de utilidad. Pidamos a Dios que nos dé sabiduría para saber cómo guiar a nuestros hijos en el manejo de su tiempo y que sepamos ser ese «siervo bueno y fiel» que modele cómo ser eficiente, responsable y diligente en nuestro día a día. Empecemos por nosotras mismas, ¡busquemos la forma que mejor nos ayuda a tener control de nuestra vida, nuestra casa, nuestra escuela!…
¡Dios te bendiga!
¿Quieres saber más sobre cómo planear tu homeschooling católico?
¡Todo con la gracia de Dios, nada sin ella!
Xhonané
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