26 de Abril del 2025
En nombre de mi esposa, Xhonané Ortiz de Olivas, y de toda nuestra familia, quiero darles la más cordial bienvenida a esta celebración del gran misterio del matrimonio que nuestra hija, Xhonanita, y nuestro nuevo hijo, Kevin, acaban de aceptar. Para los nuevos amigos que hoy nos acompañan, mi nombre es Miguel Olivas-Luján, o como me llaman mis estudiantes: “Dr. O”.
Gracias a todos por acompañarnos para ser testigos y celebrar este Sacramento con Xhonanita y Kevin; esta hermosa institución de la familia Sweeney-Olivas. Estamos agradecidos de que nuestro Señor y Creador los haya inspirado a encontrarse el uno al otro como medio para crecer en las virtudes y gracias que fomenta el Sacramento del Matrimonio.
Las experiencias que hemos compartido con Kevin, sus padres y su familia extendida nos han mostrado que esta es la mejor decisión que pudieron haber tomado en su camino hacia la vida eterna a la que nuestro Padre siempre nos invita. Hemos llegado a amar la sonrisa contagiosa de Kevin y su alegre interacción con nuestras familias en Cuernavaca y Chihuahua. Simplemente, no podríamos haber pedido un mejor esposo para nuestra querida hija.
Kevin, te damos la bienvenida a la familia Olivas Ortiz, ya no solo como un querido amigo, sino ahora como el esposo que ha prometido ayudar a nuestra hija a convertirse en la mejor versión de sí misma, así como ella lo ha prometido contigo.
Verlos trabajar juntos durante la Misión a Mérida que mi esposa organizó hace un par de años, y escuchar sus historias de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa el año pasado, me llena de confianza de que nuestro Padre Celestial los bendecirá, incluso al enfrentar los desafíos de la vida matrimonial.
Sabemos que ambos están bien preparados para enfrentar esos desafíos. Es fácil para las parejas convertirse en el centro del mundo del otro, pero hemos visto cómo ambos han crecido en amor y devoción hacia el mayor regalo que sus padres les han dado: su fe y el conocimiento de que todo es posible con Dios (y que sin Él, nada podemos hacer). Confiamos en que la frecuente recepciónde los Sacramentos y la alegría de la Resurrección de nuestro Señor, que celebramos en esta temporada de Pascua, les brindará todo lo que necesitan para servirle y alcanzar la vida eterna, apoyándose y honrándose mutuamente en su vida familiar.
Kevin, familia y amigos, sepan cuánto amor y orgullo sentimos por Xhonanita. Como su padre, he llegado a apreciar profundamente sus numerosas virtudes, incluyendo la fe, el amor a Dios, la perseverancia, la organización y muchas más. Veo los frutos de la educación católica en casa que mi esposa le brindó. Estamos increíblemente orgullosos y agradecidos de cómo ha florecido en una mujer que sirve a Dios y a los demás a través de su trabajo para la Arquidiócesis de Filadelfia.
Agradezco a nuestro Padre por el regalo que se han dado mutuamente hoy, y le pido que continúen creciendo en santidad para conocerle, amarle y servirle cada día, y alcanzar la vida eterna que Él nos ha prometido.
Finalmente, permítanme compartir unas palabras de una de mis canciones favoritas, que me gusta dedicarle a mi esposa:
Soy vecino de este mundo por un rato
Y hoy coincide que también tú estás aquí
Coincidencias tan extrañas de la vida
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio
Y coincidir.
Los invito a todos a levantar sus copas para agradecer a nuestro Padre Celestial por este Sacramento a través del cual Él ha permitido que Kevin y Xhonanita se conviertan en Su nueva familia.
¡Que vivan los novios! ¡Salud!
Foto de los novios con nuestros hijos.
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